«Estudiaremos cada propuesta». Desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente aseguran que valorarán las propuestas de los cotos «y veremos la posibilidad del levantamiento de la suspensión».
Águila muerto aparecido en uno de los cotos de la Moraña cerrados por la JuntaI. Camarero Jimémez. Ávila
Hace algo más de un año que la Moraña sufrió un grave desastre medioambiental por el empleo de cebos envenenados aparecidos en algunos cotos de la zona y que provocó la muerte de numerosas especies protegidas o en peligro de extinción; hoy, y cuando aún no se ha cumplido un año desde que la Junta de Castilla y León resolviera prohibir la actividad cinegética en estos cotos se puede decir que la situación «va bien y se está favoreciendo la recuperación de las especies protegidas y en peligro de extinción, especialmente de águila imperial y milano real, que fueron las más afectadas».
Las cosas van poco a poco, pero hay una muy buena noticia y es que en la zona no ha vuelto a aparecer ningún animal envenenado, algo que se hace extensivo al resto de la provincia, así lo confirmaba la jefa del servicio territorial de Medio Ambiente, Rosa San Segundo: «No ha aparecido ningún ejemplar de especie protegida o en peligro de extinción envenenado desde entonces».
Desde este punto de vista se puede hacer un balance positivo de una medida que será revisable a partir de agosto y que la propia San Segundo confiaba en que así fuera: «Sabemos que desde los cotos se está trabajando para presentarnos propuestas que hagan que se valore la posibilidad de levantamiento de la suspensión». A la Administración Regional aún no ha llegado ninguna propuesta formal, pero queda tiempo y así lo recuerdan pues «tampoco había un plazo estricto» para ello y la prohibición no podía levantarse antes de que acabara el primer año desde que se estableció. Eso sí, decía San Segundo, «valoraremos todas las que se presenten».
Al margen de que la medida haya beneficiado la recuperación de especies, lo cierto es que ha tenido consecuencias negativas, como la elevada población de conejo registrada con motivo de la suspensión de la caza y que causó estragos sobre todo en las cosechas de La Moraña próximas a los cotos afectados. Por ello, a los cotos cerrados por este motivo y a los agricultores afectados por estos animales, desde la Junta de Castilla y León se dio la posibilidad de pedir permisos puntuales para controlar esa población de conejo. Permisos que «se han dado en todos los casos «explicaba San Segundo pues siempre que se han solicitado «hemos comprobado que los daños existían».
110 permisos concedidos. La Administración Regional ha concedido hasta el momento más de 100 permisos para atajar el problema de la proliferación de conejos. De ellos, la mayoría se otorgaron para capturar a estos animales con hurón y redes, 92 de los 111, esto es, fueron concedidos fuera de la temporada de caza; y en los 19 restantes se pudo emplear tanto hurón como escopeta. En general, la escopeta sólo se puede utilizar cuando es temporada de caza aunque para casos excepcionales también se estudia su uso, aseguraba San Segundo.
El problema ha sido grande y de hecho desde la Junta de no tienen reparo a la hora de reconocer que todos esos permisos que se solicitaron recibieron el visto bueno porque es un hecho y así lo comprobaron que los estragos por su mayor presencia eran constatables. Si en la zona afectada por estos animales había un coto era el titular del coto quien solicitaba el permiso y sino la potestad era del particular al que afectara directamente el incremento de esta especie.
El resultado, en la mañana del viernes era que ‘gracias’ a los permisos concedidos se atraparon exactamente 9.279 conejos: muchos, sí, pero es que los permisos se dan para las zonas de caza prohibida como para las que no y sólo en el primer caso se establecieron cupos. De todo ello se hablará en el Consejo Territorial Provincial de Caza que será esta semana y en la que habrá representantes de cazadores y de agricultores: partiendo de la base de que los agricultores tienen «un grave problema» lo cierto es que «las medidas están dando resultados», decía San Segundo.
Las cosas van poco a poco, pero hay una muy buena noticia y es que en la zona no ha vuelto a aparecer ningún animal envenenado, algo que se hace extensivo al resto de la provincia, así lo confirmaba la jefa del servicio territorial de Medio Ambiente, Rosa San Segundo: «No ha aparecido ningún ejemplar de especie protegida o en peligro de extinción envenenado desde entonces».
Desde este punto de vista se puede hacer un balance positivo de una medida que será revisable a partir de agosto y que la propia San Segundo confiaba en que así fuera: «Sabemos que desde los cotos se está trabajando para presentarnos propuestas que hagan que se valore la posibilidad de levantamiento de la suspensión». A la Administración Regional aún no ha llegado ninguna propuesta formal, pero queda tiempo y así lo recuerdan pues «tampoco había un plazo estricto» para ello y la prohibición no podía levantarse antes de que acabara el primer año desde que se estableció. Eso sí, decía San Segundo, «valoraremos todas las que se presenten».
Al margen de que la medida haya beneficiado la recuperación de especies, lo cierto es que ha tenido consecuencias negativas, como la elevada población de conejo registrada con motivo de la suspensión de la caza y que causó estragos sobre todo en las cosechas de La Moraña próximas a los cotos afectados. Por ello, a los cotos cerrados por este motivo y a los agricultores afectados por estos animales, desde la Junta de Castilla y León se dio la posibilidad de pedir permisos puntuales para controlar esa población de conejo. Permisos que «se han dado en todos los casos «explicaba San Segundo pues siempre que se han solicitado «hemos comprobado que los daños existían».
110 permisos concedidos. La Administración Regional ha concedido hasta el momento más de 100 permisos para atajar el problema de la proliferación de conejos. De ellos, la mayoría se otorgaron para capturar a estos animales con hurón y redes, 92 de los 111, esto es, fueron concedidos fuera de la temporada de caza; y en los 19 restantes se pudo emplear tanto hurón como escopeta. En general, la escopeta sólo se puede utilizar cuando es temporada de caza aunque para casos excepcionales también se estudia su uso, aseguraba San Segundo.
El problema ha sido grande y de hecho desde la Junta de no tienen reparo a la hora de reconocer que todos esos permisos que se solicitaron recibieron el visto bueno porque es un hecho y así lo comprobaron que los estragos por su mayor presencia eran constatables. Si en la zona afectada por estos animales había un coto era el titular del coto quien solicitaba el permiso y sino la potestad era del particular al que afectara directamente el incremento de esta especie.
El resultado, en la mañana del viernes era que ‘gracias’ a los permisos concedidos se atraparon exactamente 9.279 conejos: muchos, sí, pero es que los permisos se dan para las zonas de caza prohibida como para las que no y sólo en el primer caso se establecieron cupos. De todo ello se hablará en el Consejo Territorial Provincial de Caza que será esta semana y en la que habrá representantes de cazadores y de agricultores: partiendo de la base de que los agricultores tienen «un grave problema» lo cierto es que «las medidas están dando resultados», decía San Segundo.
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